Es una forma de acné que generalmente se hace evidente después de los 30 años, se caracteriza por venitas (telangiectasias) y rojez (Flushing) en la parte central de la cara, nariz y mejillas, desencadenada por estímulos como la vergüenza, el ejercicio, la ingesta de licor o de comidas picantes entre otros.

Inicialmente es transitoria, pero con el tiempo puede ser permanente y evolucionar a otras formas:

• Rosácea inflamatoria o papulo-pustulosa, caracterizada por lesiones inflamatorias tipo pápulas (puntos rojos) y pústulas (puntos de pus) que se confunden con el acné.
• Rosácea fimatosa: aumento del tejido con nódulos e irregularidades en la superficie de la nariz, frente, orejas
• Algunos pacientes pueden además tener compromiso ocular.

¿Cómo la trato?
Es muy importante hacer un diagnóstico claro y descartar otras patologías que pueden ser similares a la rosácea.

El uso de protector solar para pieles sensibles, diferentes cremas en el mercado antirojeces, antibióticos tópicos, orales y control de causas desencadenantes son el pilar del tratamiento.