Se trata de una infección en la piel producida por el virus del papiloma humano (VPH) del cual hay más de 100 tipos descritos. La transmisión ocurre por contacto con el virus que entra en la piel del paciente cuando hay heridas o defensas bajas, se manifiesta por una o múltiples lesiones gruesas ásperas que pueden localizarse en casi cualquier sitio de la piel.

¿Cómo se hace el diagnóstico?
Con un buen examen físico y rara vez se requieren exámenes adicionales.

¿Cómo lo trato?
Depende de la localización, número de lesiones y tratamientos previos. Pero en general con soluciones tópicas, sesiones de aplicación de nitrógeno líquido (crioterapia) que generan destrucción local de la lesión.